Los ídolos de ayer, de hoy y de siempre

Pese a jugar poco muestran altos rendimientos.

Tanto Ariel Ortega como Marcelo Gallardo sufren los altibajos propios de los años que cargan sobre sus espaldas. Las lesiones, en un caso, o los problemas de salud, en el otro, condicionan la conformación de un equipo que se repita de memoria. Sin embargo, en los momentos de entrar a la cancha demuestran que la magia sigue intacta.

En la tribuna se produce el eterno debate entre aquellos hinchas que aplauden a rabiar a sus ídolos sin ponerse analizar detenidamente el rendimiento volcado en la cancha; y los otros, los que sintetizan todo en una frase: «Hay que agradecerle todo lo que nos dieron pero no pueden jugar más». Esta discusión es el puntapié para analizar los pro y contras de dos glorias de la historia riverplatense.

Leo Farinella, en la entrevista brindada a Los Pasillos del Monumental, afirmaba que Ortega y Gallardo no podían jugar juntos y que lo ideal sería alternar un tiempo con cada uno. Sin quererlo sus dichos terminaron siendo confirmados dado que en lo que va del semestre sólo compartieron la cancha como titulares en tres partidos: ante Chacarita y el  triunfo agónico con gol de Ortega; con Huracán,  donde el rendimiento del equipo levantó considerablemente; y luego ante Boca, donde el Muñeco terminó siendo el protagonista de la tarde con un gran gol de tiro libre, mientras que el Burrito, en cambio, no tuvo un buen partido y desperdició un penal.

En lo que va del Apertura 09, Ariel Ortega lleva jugados 10 partidos con 2 tantos y Marcelo Gallardo acumula 8 partidos y 3 goles. Las lesiones o los bajones los llevan a jugar menos de lo deseado, sin embargo, su rendimiento dentro del campo (salvo casos puntuales) es altamente efectivo. En conclusión, la decisión del técnico de hacerlos jugar siempre que estén en condiciones, para evitar lesiones, es acertada en base a los frutos que ha sabido cosechar, mientras que, de paso, espanta aquellas críticas que poco entienden de fútbol y mucho de oportunismo.